Ayer fue mi primer día de trabajo tras la vuelta de las vacaciones y supongo que como nos pasa a casi todos, fue largo y cansado.
La sensación fue balanceándose entre la difícil adaptación, la desorientación y una extraña experiencia de déjà vu.
En una de las conversaciones frecuentes que se mantienen estos días en las que resumes tus vacaciones y escuchas lo que han hecho el resto de tus compañeros, a veces por educación, a veces por sincero interés y cariño, ha salido el síndrome post vacacional que parece el tema omnipresente en periódicos, televisión, radio, artículos en internet, etc. cuando llega el mes de septiembre.
¿Es un mito o existe de verdad? Los psicólogos lo tienen muy claro, incluso se empieza a hablar de la depresión post vacacional en los niños.
Ahora me explico por qué tantos amigos odiaban las campañas de publicidad de la vuelta al cole que recordaban que el verano llegaba a su fin.
¿Existen mitos en las empresas? ¿Qué función cumplen?
Los mitos fueron creados para explicar conceptos complejos a través de historias que tenían un trasfondo real que se iba confundiendo con fantasía, a lo largo del tiempo han sido utilizados en ocasiones como herramientas de control y manipulación.
Si pensamos en los mitos que circulan alrededor del mundo de la empresa y las organizaciones, descubriremos que son incontables. Estos son solo algunos:
• El CEO conoce en profundidad la organización: hasta en las empresas más pequeñas, el CEO, presidente o empresario, no se centra tanto en las personas como en el negocio, motivo por el que necesita de otros profesionales para conocer qué sucede internamente.
• La principal motivación de los trabajadores es el salario: los incentivos económicos no son la mejor herramienta de motivación, hace años que esto quedó claro pero seguimos agarrados al mito.
• La innovación es una de las principales preocupaciones: aunque es la única herramienta de desarrollo futuro, en cuanto una empresa tiene su escenario “claro y seguro” se aferra a él y deja de mantener la apuesta por la mejora contínua.
• Los cambios son malos: no, lo malo es no cambiar, lo que es cierto hoy dejará de serlo pronto; no hay fórmulas universales y eternas.
• Los representantes sociales siempre son enemigos de la dirección: el ejercicio de autocrítica de la dirección de una empresa es casi siempre nulo y por lo tanto la capacidad de empatía y de negociación llevan a la visión de “o conmigo o contra mí” con la que se encara la relación con la representación de los trabajadores.
• Todos los directivos saben de RRHH: y todos los de RRHH saben de finanzas, y de comercial, y de producción, ¿no?
• Tengo un contrato indefinido, ya tengo un trabajo para toda la vida: hace bastante tiempo que el trabajo “para toda la vida” empezó a ser un mito, es bueno poder crecer profesionalmente a través de diferentes proyectos, por ello es crucial cuidar y aumentar nuestra empleabilidad.
• La formación es primordial en esta empresa: pero la crisis nos obliga a no dedicar más presupuesto a acciones formativas, hay otras prioridades. Uhmmm...
• La RSE es algo muy sencillo, consiste en un “lavadito de cara” externo: el compromiso real ha de venir del corazón de la organización, en el más amplio sentido de la palabra.
• La violencia laboral no ocurre en esta empresa: ¿seguro?, ¿no hay nadie que tenga miedo?, ¿existen herramientas de prevención?
• Tener presencia en las redes sociales puede generar problemas: no estar en las redes sociales no evita que se hable de la empresa en ellas. En un mundo sin fronteras es imposible no pertenecer.
• Si hay alguna mala consecuencia por una mala gestión de las relaciones laborales el único gasto será el del asesoramiento legal y la indemnización: y el clima, y los compañeros, y el daño causado a la marca, y…
• La conciliación es cosa de mujeres: se han promovido acciones de conciliación para conseguir una verdadera igualdad de oportunidades profesionales, pero con independencia del género, cada vez son más numerosos los estudios que avalan el impacto de las medidas de conciliación en la productividad y los profesionales que valoran el salario emocional.
• El marketing es un lujo que solo se pueden permitir las grandes empresas: el marketing es igual de importante en empresas pequeñas que en grandes y no tiene por qué requerir elevadísimas inversiones económicas.
• La rotación de personal en esta empresa es positiva: un empleado que se va, se lleva un inmenso conocimiento de la organización y supone una pérdida del tiempo y dinero invertido en su formación y en su reemplazo. No se suelen ir de la empresa los empleados que nos gustaría quitarnos de encima sino aquellos con una mayor empleabilidad.
Me he dejado muchos otros mitos que podremos tratar en otro momento, pero esta vez solo quería hacer un pequeño repaso de algunas de las creencias que a lo largo del tiempo se mantienen y que influyen en el ánimo y en la vida profesional de muchas personas. Como cualquier otro mito, ejercen un control sobre aquellos que los tienen interiorizados y es necesaria la capacidad para desaprender y un espíritu crítico para deshacerse de ellos.
Aprovechemos la vuelta de las vacaciones para acabar con unos cuantos mitos y continuar con el trabajo para transformar las empresas en organizaciones más humanas, innovadoras y competitivas.
¡Feliz rentreé!
“Muchas personas creen que piensan cuando en realidad sólo están reordenando sus prejuicios."
William James
Seguir a @sonia_rmuriel
Me encanta que se señalen los mitos de la empresa desde una persona encargada de los RRHH. Con un post así seguro que a muchos se les va esa depresión post vacacional pensando en que quizás en su empresa haya alguien dispuesto a romper los viejos modelos y adaptarse a una nueva forma de ver la empresa, la gestión de los RRHH, y el ecosistema laboral.
ResponderEliminarMuchas gracias Mateo por leer el blog y por tu comentario.
EliminarTe aseguro que tengo magníficos amigos en la profesión intentando romper con los modelos obsoletos de empresa y gestión de personas, como Eva Collado @evacolladoduran
, Andrés Ortega @Ander73
, Juan Carlos Barceló @juancbarcelo
y todos los demás compañeros de #rrhhmad.
Cada vez son más los directivos que poco a poco se van convenciendo de ello, no les queda otra alternativa... :-)
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo Sonia, felicidades por el post :)
ResponderEliminarMuchas gracias Carlos, me alegra que te haya gustado el post :-)
EliminarUn abrazo fuerte.
Me ha gustado mucho este post, Sonia.
ResponderEliminarMuchas gracias Eduardo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Sonia, muy interesante tu entrada, te felicito, sólo matizaría un punto, el dinero no motiva siempre que tengamos cubiertos nuestros mínimos o, vamos, así me lo parece.
ResponderEliminarLo dicho, no sé si están todos los que son pero son todos los que has expuesto.
Saludos
Muchas gracias Mercedes por tu comentario. Estoy de acuerdo contigo, la retribución debe ser equilibrada con las funciones y responsabilidad que tenga la persona, pero a partir de ahí, no se obtiene una mayor motivación e implicación sólo con dinero.
EliminarUn abrazo,
Sonia