Hay empresas que mienten, son despiadadas,
narcisistas, ególatras, carecen de ética, sufren ataques de paranoia, en definitiva,
son: MAJARETAS S.A.
¿Quién no ha sentido alguna vez que la empresa para
la que trabaja ha perdido la cordura? No me refiero a algún directivo o algún
compañero en particular, sino a la organización entera.
Desde que empecé a trabajar he conocido numerosas
compañías, sobre todo en mi época de consultora y en más de una ocasión he
pensado: ¡aquí se ha perdido la cabeza!Recientemente he leído “Trabajando en una casa de locos” un divertido libro escrito por el orientador laboral alemán Martin Wehrle.
En el post de hoy traigo algunas reflexiones tras
la lectura de estas disparatadas historias del día a día en una empresa
cualquiera.
Toda organización tiene un lado bueno, un lado malo
y un lado oscuro. El lado oscuro es un gran tabú, el lado malo es sobre el que
se habla en la máquina del café o en la fiesta de Navidad, pero el lado bueno… ¡Ah,
el lado bueno!!! Este es el único en el que se pone el esfuerzo para dejar ver fuera
y comunicarlo a todo el mundo, mientras los otros dos lados son estratégicamente
escondidos bajo la alfombra.
Si después de leer el post temes que tu empresa
pueda carecer de buen juicio: ¡cuidado!!! La locura es más contagiosa de que lo
que pueda parecer a simple vista.
La mayoría de los profesionales siente la relación
con su organización como un vínculo emocional: amor, odio, compromiso, divorcio…
pero nunca indiferencia. Quizá sea un buen momento para que reflexiones sobre
qué vínculo emocional tienes con tu actual empresa.
Los nuevos trabajadores que se incorporan a MAJARETAS
S.A. entran enamorados del proyecto, de la compañía, de las posibilidades que
tiene su futuro profesional, en general sienten un gran amor por todas las
bondades que se les ha vendido durante el proceso de selección, pero transcurrido
un tiempo la demencia acaba llamando a su puerta y cuando ésta entra expulsa el amor
que había.
“Cuando se colabora con un loco o se comentan sus manías, se cae en la locura.”
¿Cómo saber si estamos trabajando en una organización que está algo trastornada? Aquí tienes algunas de las características más comunes de MAJARETAS S.A.:
1. Hipocresía:
es una organización incoherente, desconoce qué significa predicar con el
ejemplo y suele ser frecuente que haga lo contrario de lo que dice en sus
mensajes corporativos. Tiene una doble moral, se apoya en una buena visión
externa pero en cuanto se profundiza un poco se derrumba la fachada.
2. Megalomanía
y egocentrismo: la empresa en sí misma es lo más importante, por encima del mercado,
de los clientes y por supuesto de su personal. Las ansias de notoriedad son
mayores que las de la excelencia interna
y el compromiso del capital humano brilla por su destierro.
3. Ausencia
de profesionalidad: no se delega sino que se controla de manera enfermiza. Se
endosan marrones o se dan taconazos al más puro estilo futbolístico a los
problemas importantes, ¡que le caiga a otro, para eso tengo a tanta gente
debajo en el organigrama! Abundan los incompetentes (sobre todo en puestos directivos)
porque los buenos profesionales desertaron antes de caer presas del
enloquecimiento organizativo.
4. Ausencia
de confianza: se desconfía de todo y de todos, los controles se multiplican a
medida que crece la organización. Lo más “sensato” es que todo pase por varios
filtros. Cualquiera puede convertirse en un traidor, hay que sospechar de todo
y de todos.
5. No
existe una gestión de personas: ¿empleados? ¿Quiénes son esos? ¡Ah! Un gran
gasto a la que empresa está obligada cada mes. En MAJARETAS S.A. no resulta
extraño que se haga llorar a los trabajadores, se les grite, se les avasalle,
se les ningunee o se les utilice como chivo expiatorio.
6. El
talento se caracteriza por su ausencia: en este contexto demente el talento se
comprime hasta volverse ínfimo o incluso desaparecer. Los expertos, los
mejores, cuando se dan cuenta del lugar en el que han ingresado huyen de la
locura lo más rápido posible. Los que se quedan atrapados han aprendido que
para sobrevivir es mejor adaptarse a la demencia corporativa y por supuesto no
sugerir cambios, mejoras ni hacer críticas, ¿la mejor opción? No abrir la boca.
7. Pésima
gestión económica: se recorta el gasto en tonterías o la
inversión en aspectos importantes, con decisiones tomadas muy a la ligera. Se
malgasta el dinero en cosas insustanciales, no se evalúa la repercusión económica
que las medidas tendrán en el funcionamiento de la compañía. Puede estudiarse
lo que ahorra la empresa, tal vez lo que gasta, pero nunca lo que pierde en
aspectos tan relevantes como el talento, la reputación, los clientes, etc.
8. No
hay una estrategia bien definida y diseñada: ¿dónde está el foco? Allí, arriba,
moviéndose tanto y hacia tantas direcciones que parece una bola de espejo de discoteca.
Hay muchos documentos bonitos, redactados con palabras muy rimbombantes pero no
son más que un trampantojo. Las personas que trabajan en MAJARETA S.A. con toda
probabilidad desconocen lo que hace el departamento de al lado y nadie les ha
comunicado cuál es la estrategia de la compañía y los objetivos reales que
deben alcanzar.
9. Elevada
rotación de personal: las empresas majaretas tienen muy arraigada la cultura de la presencia por lo que cada año numerosas personas acaban huyendo en cuanto
encuentran la salida hacia una organización donde los perros de presa del control
y el horario se sustituyan por un mínimo grado de confianza.
10. Alto
índice de absentismo: pasar muchas horas al día en un ambiente laboral tóxico
acaba afectando a tu salud física y especialmente psíquica. Abundan el estrés y
los cuadros ansioso-depresivos en el mejor de los casos, pudiendo agravarse
mucho más.
11. Pasión/obsesión
por las costumbres y la rutina: ¡vade retro, innovación!!! “De toda la vida aquí
las cosas siempre se han hecho así”. ¿Te suena esta expresión? Es una frase
lapidaria de todas las MAJARETAS S.A. No se cambia nada que vaya mal, por
supuesto ni hablamos de lo que va bien…
La respuesta es obvia, ¿no crees?
Si intentamos analizar una de estas compañías chifladas podríamos acabar preguntándonos, ¿nadie avisa a los directivos de que sus empresas están perdiendo el juicio?
Si fuera tan fácil… ¿Habéis intentado alguna vez convencer a una persona de algo sobre lo que se negaba a escuchar y conversar? Pues es exactamente lo mismo.
Si fuera tan fácil… ¿Habéis intentado alguna vez convencer a una persona de algo sobre lo que se negaba a escuchar y conversar? Pues es exactamente lo mismo.
La imagen que tienen los directivos de MAJARETAS
S.A. está absolutamente distorsionada hasta tal punto que cualquier parecido
con la realidad es pura coincidencia, pero curiosamente “su realidad” sí es exacta
a la percepción que ellos desean tener.
Los empleados tienen que sobrevivir en la
organización, para lo que acaban aprendiendo que la “realidad” debe ser
maquillada y disfrazada para que el jefe chiflado vea sólo lo que quiere ver,
ni más, ni menos.
Estos jefes sin cordura no quieren conocer los
problemas, sólo necesitan escuchar que todo está bajo control. Las verdades
incómodas quedan prohibidas.
El jefe no tiene que acoplarse a la realidad, sino
la realidad es la que debe adaptarse al jefe majareta.
No podemos olvidar que en la empresa en la que
reina un loco, hay muchas personas tolerando esa locura y lo que es peor, contagiándose
de ella.
La demencia empresarial se acaba extendiendo a la
vida privada de los trabajadores, por lo que si no quieres quedar tú también
tocado, la única opción que existe es buscar una nueva organización, pero es
necesario que te prepares para tu salida. Has de trabajar en tu desarrollo
interior, es posible que incluso tengas que reconectarte con sentimientos y
valores que has arrinconado, algo así como hacer una “limpieza de Karma mental”.
Conócete a ti mismo para averiguar en qué tipo de organización
serás más feliz trabajando y cuál puede ser una empresa que te haga perder el
juicio a ti también. Porque una compañía de 400 personas cuenta con 400
percepciones distintas sobre la misma, cada trabajador tiene una imagen propia
de su empresa, desde el prisma de sus valores personales y profesionales.
Construye una mejor relación con tus compañeros y
jefes hasta que puedas marcharte, empieza la búsqueda de empleo activa hacia
una organización sana y sobre todo, evita acabar en otra MAJARETA S.A. por huir
con excesiva prisa.
La empresa que elijas para salir de la locura debe
encajar contigo, debe hacerte sentir bien, de lo contrario estarás entrando en
un camino sin retorno que te llevará al desastre laboral y posiblemente también
personal.
Afortunadamente, las MAJARETAS S.A. en estado puro
son casos muy excepcionales, aunque sí
hay muchas empresas que rozan el límite de la cordura, ¡ten cuidado!
“Los locos siempre están seguros de que están bien. Sólo las personas sanas están dispuestas a admitir que están locas.”
Nora Ephron
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