Miedo a enamorarse, miedo a no
encontrar un trabajo después de los estudios, miedo a denunciar algo por las
represalias, miedo a perder la pareja, miedo a un despido, miedo a la
enfermedad, miedo al dolor, miedo a volar, miedo a la soledad, miedo a un robo,
miedo a una separación, miedo a vivir…
Miedo al miedo.
Vivimos rodeados de temores,
somos esclavos de nuestros miedos.
La autenticidad de vivir una
vida acorde con lo que queremos y deseamos, no con lo que nos asusta, empieza a
diluirse cada vez más.
Invertimos cada vez más tiempo, dinero
y energía en esconder nuestros problemas, temores y traumas, nos esforzamos en aprender a vivir
con ellos. Preferimos vivir encerrados entre sus limitaciones que intentar afrontarlos y superarlos.
He conocido a personas inteligentes, inspiradoras
en muchos sentidos, que a la hora de la verdad, sorprendentemente no son
capaces de tomar decisiones, porque el miedo les bloquea en alguna faceta de su
vida y se quedan impasibles viendo pasar un trabajo, un amor, una oportunidad,
un viaje… por no atreverse a dar el salto.
¿Y si dejar de sentir miedo fuese una cuestión de fe? ¿De fe en ti mismo/a?
Todos tenemos miedo, pero hay quienes deciden coger
aire, cerrar los ojos y saltar confiando en que el riesgo de perder siempre merece la pena si conlleva la posibilidad
de ganar. Y siempre sale bien, porque las personas valientes puede que no
obtengan los resultados que esperaban, pero obtienen muchas otras cosas, como una
experiencia vital o un aprendizaje que superaba las expectativas, pero en
especial, la satisfacción de haberlo apostado todo para intentarlo.
“La vida también va de aprender a despedirse”
Laura Chica
Saber dejar ir también es de valientes. Cuando algo
nos hace daño, aunque nos asuste perderlo, aunque queramos seguir teniéndolo a
nuestro lado pero sabemos que debemos dejarlo atrás para seguir creciendo,
ya sea una relación de amor, una amistad, un trabajo, una profesión, una
ciudad, etc.
¿Quiénes arriesgan son unos locos? ¿O los locos son
quienes se conforman con una vida que no les hace feliz?
El mundo necesita personas valientes que nos
inspiren, que nos hagan creer que otra vida es posible, porque la vida la
hacemos nosotros.
“Ganas fuerza, coraje y confianza
por cada experiencia en la que realmente dejas de mirar al miedo a la cara. Te
puedes decir a ti mismo: he sobrevivido a este horror y podré enfrentarme a
cualquier cosa que venga.
Debes hacer lo que te crees incapaz de hacer”
Eleanor Roosevelt