Las casualidades de la vida, el destino, la suerte o simplemente que alguien se acordara de mi nombre en el momento oportuno, me llevó a participar por primera vez el jueves pasado en el evento organizado por @tapasandtweets sobre empleabilidad 2.0.
Tuve la suerte de estrenarme en #tandt acompañada por grandes profesionales del mundo 2.0 como @CarlosOjedaTT, @benitezrafa y @Yoriento.
Se trataron temas muy interesantes como marca personal, reputación, empleabilidad y estrategia en social media, entre otros. Pero hubo una frase de @Yoriento que me ha hecho reflexionar desde entonces. Nos aconsejó crear un blog para especializarnos y de esta manera aumentar nuestra empleabilidad y nos animó diciendo que estar en las redes sociales sin tener un blog es como ser un “walkind dead 2.0”.
Esto me lleva al título de la primera entrada de mi blog: “Cómo luchar contra la procrastinación para dejar de ser un walking dead 2.0”. No quiero entrar en el concepto psicológico del término, sino en el significado del mismo, retrasar actividades que debes hacer sustituyéndolas por otras más irrelevantes y agradables.
Soy una enamorada de mi profesión y estoy firmemente convencida de que la gestión 2.0 de personas en las organizaciones no es una tendencia, sino una realidad, a pesar de que aún hay muchos colegas que no quieren admitirlo. Por este motivo y además por ser inmigrante digital, hace dos años empecé a interesarme por la web 2.0 y a intentar aprender cada día de las redes sociales y sobre ellas.
Los profesionales de RRHH necesitamos reinventarnos, creer en un nuevo modelo de trabajo 2.0 y por supuesto formar parte de él.
He sido consciente de la necesidad de crear un blog y contar en él mis reflexiones, frustraciones, experiencias y descubrimientos, pero me he dejado llevar por el típico “tengo tanto trabajo”,” apenas tengo tiempo ni para ver a mis hijos”, “ya le dedico tiempo a las redes sociales”… pero hoy he decidido dejar de ser un walking dead y pasar a tener mi casa 2.0.
Vuelvo al tema que centró el evento de #tandt el pasado 26 de enero, la empleabilidad. Este concepto que nos hemos inventado y que la RAE aún no ha recogido, pasa desapercibido para numerosas personas interesadas en encontrar un trabajo por estar desempleadas o por aspirar a una mejora profesional, a pesar de que su carrera profesional dependa de ello.
La empleabilidad es la capacidad que nos hace ser interesantes para que una empresa nos contrate y tiene dos dimensiones, una externa y otra interna. La externa es la que no podemos controlar, la que se refiere al mercado laboral, a los perfiles profesionales más demandados, etc.
La dimensión interna es la que depende de nosotros, la que está relacionada con nuestras competencias, con nuestra marca personal, con nuestra reputación y por tanto es algo en lo que debemos trabajar y tenemos que cuidar.
Me llama la atención que los directores o responsables de RRHH hablamos sólo de empleabilidad refiriéndonos a los candidatos o a los profesionales más junior, pero ¿qué pasa con nosotros y con los profesionales senior? ¿No somos los directivos profesionales muy eventuales? ¿No debemos trabajar en nuestra marca personal y reputación para ser más empleables y que nos surjan nuevos proyectos?
¿Y qué pasa con la empleabilidad dentro de nuestra organización? Desde RRHH debemos asegurar que las personas que trabajan en la empresa mejoran su empleabilidad a través de itinerarios formativos, planes de carrera y de otras herramientas que fomenten la creatividad y el desarrollo de nuevas competencias y talento.
Hay muchas cosas sobre las que quiero hablar y temas que me apetece compartir en este blog mientras cuido mi empleabilidad y continúo aprendiendo para poder mejorar la de las personas que trabajan conmigo. Hoy es sólo el principio.
Me gustaría finalizar el estreno de mi blog con una frase para animar a romper con la procrastinación y dejar de ser un walking dead 2.0:
Víctor Hugo“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”